jueves, 2 de enero de 2014

Y vivir, y morir.

Odio. Hoy he vuelto para decirlo. Odio tener que soportar a las personas, y no tener que soportarlas. Sus ausencias, su falta de educación y su reponsabilidad. Y odio no poder abrazarlas cuando quiero. Tener que irme en el peor momento, y querer irme cuando no puedo.

Descubrí que tengo mares dentro, océanos cuyas tormentas no podrían ser calmadas. Y descubrí que mi rabia era de otro mundo. Los volcanes, los terremotos, la rabia.

Intenté querer, y poder. Y no pude, no quise.

Persistí hasta que me golpearon y me golpearon, y dejé de ser.

Descubrí la muerte; y todo lo que me rodea, es muerte. No quise saber más, y me obligaron a mirar, me obligaron a aprender.

Me incitaron; tuve que golpear, y al golpear caí. Y cuando caí, me golpearon, y me obligaron a mirar.

Y no quise saber más, pero no pude dejarlo, mis manos estaban atadas, y hubo un juez, que me obligó a vivir. Yo no quería, pero me obligó a vivir, cuando ya estaba cansada de golpear, y de ser golpeada, y de vivir, y de morir cada día.

Entonces vino un pájaro y me llevó a un lugar mejor, y pude volar y sentir el aire, en mi piel, y acariciar las olas y el sol, y reir y llorar cuando quise, y golpear y ser golpeada sin ningún tipo de frustación, solo aquella que te deja la vida cuando vives, no cuando eres vivida, ni cuando te obligan a vivir. Y pude sentir, amar, y explotar. Y aquel día en que exploté, fue el mejor de mi vida. Porque sentí, y morí.

2 comentarios:

  1. 1 año ya desde tu última entrada... a mi me flipa que esto siga vivo.... te voy a itnentar contestar aunque en el fondo solo sean o intenten ser palabras que empaticen...

    A veces simplemente resulta que el resto son idiotas que ves perdidos en una vida tan simple y rutinaria que da asco. Otras veces siento que debo ser yo el idiota que está perdido en un vasto fango tan inmenso como el océano.

    A veces exploto y me arrepiento, las menos, otras exploto y mi cerebro se reconecta y se resetea. Simplemente creo que entre tanta contradicción, entre tanta banalidad vital... aquel que reflexiona y que siente... si no explota tiene que aprender a vivir en esta insulsa vida de comercio y de valores mediocres.

    Se aprende caminando, golpeando, reflexionando, debatiendo, equivocándose… se aprende si quieres aprender, si estás dispuesta a ello, o eso creo… en verdad todas acabaremos en una caja de pino… pero sé, he aprendido que aprender es una pasada… no dejarse llevar por esos monstruos de la vida… porque no soy una puta boya en el jodido océano, en todo caso seré una embarcación o una patera, pero quiero intentar remar.

    Nadie golpea con más fuerza que la vida… el truco es aguantar sin dejar de avanzar (Rocky Balboa)

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