jueves, 16 de marzo de 2017

Siempre sintiendo el dolor
de las cadenas y lo pasos
por nuestra columna
                                 vertebral

Y los pulmones,
cansados de seguirle
                                 el ritmo imparable
                                                               invertebrado.

El viento y los animales huyen despavoridos
intentando que no les alcance
esta caja de pandora
que está
             estallando
                              ya.

Y quema
la piel
los nervios
por dentro
en un torbellino de ceniza
y olor a carne quemada.

Derritiéndose
                       derritiéndome.
Disolvente en las entrañas.
Tragando ácido para evitar el dolor que sientes
sin poder evitar
                         las lagrimas.

Sin comprender
ni ser comprendida
teniendo que caminar
                                  sola
vacía.


jueves, 12 de enero de 2017

Los huesos son manecillas de reloj,
tan débiles
tan frágiles
se partirán en cualquier momento.
Partirán
hacia otro lado

Se están rompiendo
mientras escribo
como
hablo
duermo
pero
       no sueño.


No abarcamos la existencia
con palabras
ni momentos
ni personas
                  sólo animales.

Ni podemos contener
los sentimientos
las lágrimas
la vida
           la puta vida.

Qué nos quedan,
los recuerdos
inventados
de otros años
de otra gente
de otra historia
                        que nunca fue la nuestra.



[~]


miércoles, 5 de agosto de 2015

Nosotras éramos aquel ciervo herido.



Nosotras éramos aquel ciervo herido.

Es difícil crear una mente libre cuando sientes los derrumbes de las vidas rotas. Es difícil coger, cacho a cacho, echar un poco de saliva y pegar los pedazos de un sol que te quema las manos.
Es difícil disociar la realidad de la eternidad, de los pájaros de papel.

Y tan fácil olvidar que fuimos animales sin rostro y con nombre de desgarro.

Curiosas las miradas de los ojos vacíos, cuencas llenas de hiedras con rocío.

Bailábamos al borde de las sombras jugando a ser equilibristas mancos, sin caer al charco de la sangre de un ciervo que no nos comimos. Devorábamos a nuestras hermanas en un sacrificio eterno. Para escapar por ellas por una ventana.


Fotografía de Todd Baxter.

martes, 9 de junio de 2015

Miren al mar.



Miren al mar, dijeron. Las mujeres buscando ansiosas a sus ansiados esposos, volviendo de lejanas tierras con preciados tesoros.
Miren al mar y los oirán, y los podrán ver y oler. Y cuando regresen sabrán lo que decimos.
Miren al mar y no busquen a la gaviota, ni al cuervo. Cierren sus ojos y sientan las olas, y escuchen las voces de los que allí se han perdido. Miren al mar, buscando.
Miren, con grandes aspiraciones, pues no verán.
Vendrá la tormenta, vendrá la lluvia con la tempestad. Pero los momentos perdidos, no, no vendrán.



~13




jueves, 2 de enero de 2014

Y vivir, y morir.

Odio. Hoy he vuelto para decirlo. Odio tener que soportar a las personas, y no tener que soportarlas. Sus ausencias, su falta de educación y su reponsabilidad. Y odio no poder abrazarlas cuando quiero. Tener que irme en el peor momento, y querer irme cuando no puedo.

Descubrí que tengo mares dentro, océanos cuyas tormentas no podrían ser calmadas. Y descubrí que mi rabia era de otro mundo. Los volcanes, los terremotos, la rabia.

Intenté querer, y poder. Y no pude, no quise.

Persistí hasta que me golpearon y me golpearon, y dejé de ser.

Descubrí la muerte; y todo lo que me rodea, es muerte. No quise saber más, y me obligaron a mirar, me obligaron a aprender.

Me incitaron; tuve que golpear, y al golpear caí. Y cuando caí, me golpearon, y me obligaron a mirar.

Y no quise saber más, pero no pude dejarlo, mis manos estaban atadas, y hubo un juez, que me obligó a vivir. Yo no quería, pero me obligó a vivir, cuando ya estaba cansada de golpear, y de ser golpeada, y de vivir, y de morir cada día.

Entonces vino un pájaro y me llevó a un lugar mejor, y pude volar y sentir el aire, en mi piel, y acariciar las olas y el sol, y reir y llorar cuando quise, y golpear y ser golpeada sin ningún tipo de frustación, solo aquella que te deja la vida cuando vives, no cuando eres vivida, ni cuando te obligan a vivir. Y pude sentir, amar, y explotar. Y aquel día en que exploté, fue el mejor de mi vida. Porque sentí, y morí.

miércoles, 2 de enero de 2013

~~~

La noche se desgasta mientras se oyen los últimos quejidos de los pájaros metálicos, que lloran porque han perdido a su madre.

Sus lágrimas negras, queman la tierra cuando caen a ella.
Y se levanta humo, polución.
Y los árboles de vigas de ángulos perfectos se extienden por todo el paisaje.
Alguien aplasta a un pequeño caracol,
por el laberinto de cemento se oye ese eterno crujido.

El hipnotico paso de la tela y la piel, repleta de químicos,
altera los colores.

Detrás de la muralla de humo, todo es paz y silencio.

lunes, 4 de junio de 2012

استنتاجات

Las venas se estiran como ramas de árboles macabros, que se mecen, que expiran.
La sangre es un charco de lluvia en el asfalto, y sigue lloviendo.
El pecho, agujero negro que absorbe la tristeza, y aparece en otro lugar.
La humedad del cristal y sus cortes, el dolor del color, los contrastes paralelos, el que lo haya hecho todo.
Lo amargo, y lo personal, es para todos.
Otros que no están y nacimientos que fallecen.
El elixir de la niebla y el latido del silbido.
Conclusiones.


 [la del palo que en la punta lleva atada una zanahoria, esa es nuestra historia...